Tal y cómo dice la portada original, la princesa prometida es un “Relato clásico de grandes aventuras y amores verdaderos”. Y también está aderezada con muchísimo humor.
Willian Goldman nos sumerge en una historia que llevaba acompañándole desde la infancia, cuando su padre le leyó la versión original de un tal Morgenstein, un escritor célebre en el país de Florín.
Con esas premisas la novela empieza con un prólogo donde el autor nos cuenta su obsesión por esta obra tan importante para él, su desilusión cuando averiguó que su padre le había narrado solo una versión resumida y la obra completa era demasiado pesada para el hijo de Willian.
Tras hacernos partícipes de ese amor y trasfondo procesados a la princesa prometida, comienza la aventura dentro de la aventura.
La historia empieza, (tras una breve disertación sobre el podio de las mujeres más hermosas de la época) con una familia de vaqueros. Son padres de una hija preciosa llamada Buttercup y jefes de un mozo de cuadra muy obediente y trabajador llamado… Muchacho.
Cómo diantres llega Buttercup a ser princesa y el Muchacho cuyo nombre ignora se convierte en el único amor posible para ella es algo digno de leerse. Podría hablaros de los acantilados de la locura, de la abyecta banda que rapta a la princesa, o de los pantanos de fuego, pero como ya he dicho, es digno de disfrutar por uno mismo.
Goldman tiene el detalle de resumirnos las partes más tediosas, algo muy necesario debido a la tendencia de Morgenstein a divagar durante decenas de páginas para exponer los problemas sociopolíticos de Florín, quejarse de los médicos y satirizar a la nobleza (aunque Goldman también se pone un poco pesado con las interrupciones).
Sobre el estilo:
Es posible que Willian Goldman en realidad no entendiera las sutilezas de Morgenstein, escritor inventado cuya obra revisó y mutiló. Así se lo señalaron innumerables expertos de la universidad de Columbia o el mismísimo Stephen King (de familia florinesa). En cualquier caso, el resultado es un estilo limpio y dinámico en cuanto a lo que la historia dentro de la historia se refiere. Usará y casi abusará de los paréntesis para añadir aclaraciones desternillantes. Moldeará los clichés de las novelas románticas hasta crear unos personajes entrañables, inmersivos, sorprendentes y entretenidos. Aunque la exageración en sus atributos y habilidades los deja un tanto caricaturescos: nunca habrá en la realidad un superhombre imparable como Westley, ni alguien tan idealmente hermosa y entrañablemente tonta como Buttercup.
En cuanto a las partes de “vida y azares del autor” con las que nos va guiando, tienen un efecto curioso. Los incisos generan una sensación de velocidad y ansia por seguir con la historia, de saber ese poco más. Nos estira así la curiosidad por continuar la lectura (tengo amigos que se terminaron el libro de 400 páginas en una sentada por ese efecto). Siempre te corta en lo mejor, lo dilata un poco más, te hace odiarle y te tienta a saltarte sus párrafos para poder seguir la historia central. Pero también como pasa a un estilo de escritura sintético para hacerte pensar que sus incisos serán más breves y, al final, siempre tiene mucho que contar.
Willian Goldman (Bill para los amigos) no dejará de atraparnos con su historia personal acerca del libro ni siquiera al final de la aventura de Buttercup y Westley. Nos cuenta cómo por un segundo pareció encontrar su propia Buttercup moderna. Cómo terminó siendo el abuelo narrador de la historia. Y ahora contaba con un nieto por el que estará dispuesto a compendiar una segunda parte y nos ofrece algunos bocaditos de adelanto. No se puede negar que le gusta dar nuevas vueltas de tuerca.
Ficha técnica
Título: La princesa prometida
Título Original: The Princess Bride (¡ilustrado!)
Autor: Willian Goldman
Colección: Booket Logista
Páginas: 480
Precio: 8,51€ (papel tapa blanda) 20,94 (versión original tapa dura e ilustrado)
Sinopsis de contraportada:
En la historia de la bella princesa Buttercup están reunidos todos los elementos clásicos de los grandes relatos, ambientados en un mundo de fantasía medieval. Sus personajes representan a todos los héroes y villanos de nuestros cuentos de infancia. Una increíble historia de luchas, valor e intrigas, pero sobre todo de amor verdadero.
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