miércoles, 16 de diciembre de 2020

Sobre los elfos en la mitología


Esquivos como un susurro en el bosque, hábiles como una araña tejiendo su seda, livianos como la brisa marina. Los elfos son un elemento mitológico común en todo el norte de Europa. Seres mágicos, a veces casi divinos, y esotéricos habitantes de lugares apartados. En cada región los elfos tienen sus particularidades, no son lo mismo para la tradición irlandesa, que para la inglesa o la escandinava y la germana.

El Onomasticon de Searle contiene 35 nombres diferentes de la forma AElf + adjetivo (sustantivo); menciona 75 portadores registrados del nombre AElfwine "Amigo de los Elfos". De particular interés en el mismo Onomasticon son los nombres AElfing, AElfmann, AElmanus, AElmon etc. que podrían interpretarse como "descendientes de Elfos", pero...

¿De dónde salió el mito? 

La etimología nos ayuda a establecer un árbol genealógico de los mitos élficos europeos. Analizar las características atribuidas a varios tipos de elfos en la literatura y el folclore muestra el deterioro y aleatorización progresivos del gran mito original. 

No obstante, las fuentes precristianas de estos seres coinciden en una serie de elementos acerca de los elfos: 

  • Son tan altos como los humanos. 
  • Son hermosos.
  • Son fuertes y fieros guerreros.
  • Los elfos son artistas sobresalientes, en especial en la danza.
  • Poseen el don de la profecía y pueden otorgar premoniciones a humanos elegidos.
  • Las residencias de los elfos están en lugares lejanos; por ejemplo más allá del mar, en islas, en bosques impenetrables.
  • Los elfos poseen su propio lenguaje.
  • Los elfos y humanos pueden procrear entre sí. 

Ancestros élficos

Reclamar ascendencia élfica no era en absoluto inusual en Germania y Escandinavia; casos similares se encuentran en Gales y también en toda el área gaélica. Tal ascendencia permitió realizar acciones difíciles o imposibles para los simples humanos.

En Das Niebelungenlied encontramos que la resistencia de los Burgund perdura gracias a las hazañas de Hagen (Hoegni), cuya ascendencia élfica dificulta a sus oponentes mortales derrotarlo. Al final, es derrotado por Dietrich de Berna (THidhrekr), quien tenía fama de ser el hijo de un elfo. 

Una canción del alto alemán medio habla de Alphart, un caballero del mismo Dietrich, capaz de dispersar un grupo numeroso enemigos desafiándolos uno por uno a combate singular. 

¿Cómo son los elfos en las diferentes culturas?

Islandia

(los Alfar y más tarde Huldu-folk): Además de las famosas Elder Edda y Snorra Edda de Snorri Sturluson, donde "Aesir y Alfs", los dioses y los Elfos, se mencionan juntos, y se hace una referencia a su discurso por separado, diferente al de los dioses y mortales, en 'Alvismal' 

Escocia 

Se cree que los Elfos se llevaron en 1692 al reverendo Robert Kirk (1630-1692) para vivir entre ellos, compuso La comunidad secreta de elfos, faunos y hadas, un relato detallado sobre los elfos derivado de la recolección de la tradición local y "sus propias experiencias". 

114 años después, su sucesor en la misma parroquia, el reverendo Patrick Graham, volvió al tema en sus Bocetos descriptivos del paisaje pintoresco de los confines del sur de Perthshire, publicado en 1806 con información interesante sobre la contraparte escocesa de los elfos. , Daoine Sithe. 

La familia de elfos de Europa noroccidental 

Tenemos toda una familia de pueblos o seres similares en inicio que ocupan un lugar destacado en los grandes mitos y el folclore de las naciones del noroeste de Europa. La palabra 'Elf', se puede rastrear (ver Jacob Grimm, "Irische Elfenmaerchen") al antiguo y medio alto alemán 'Alb', 'Alf', 'Montaña'. 

En origen una raza independiente de los humanos, sabia y fuerte, con el tiempo se ha fusionado en las mentes de los escandinavos, alemanes, ingleses y galeses con otros espíritus guardianes de la naturaleza. (Habitantes de los bosques, ríos, etc., anglosajones 'wudu-aelfen' y 'sae-aelfen' son quizás un estado intermedio de tal fusión), duendes y demonios malignos causantes de enfermedades a los hombres y al ganado. Padecer de “Malignant elves” era un término médico, y “elf-fire”, una enfermedad del ganado en Suecia, (Nils Thun,Studia Neophilologica, 1969). 

En un caso, también los podemos asociar a una tribu histórica, los llamados 'Alfar' de 'Alfheimar', un área de Escandinavia entre los dos ríos Raumelfr y Gautelfr. En unos pocos casos, los elfos se identificaron con las almas de los muertos. Esto pudo surgir de la confusión entre los viejos túmulos y las colinas donde se decía que habitaban los Elfos. 

Elfos nórdicos

Los elfos de la mitología nórdica eran similares a los humanos en apariencia, excepto por ser más hermosos. Eran seres semidivinos con poderes sobrenaturales. Existen tres, o dos, o tal vez solo un tipo: Están los ljósálfar, "elfos de luz", los "verdaderos" elfos; también hay referencias a dökkálfar ("elfos oscuros") y svartálfar ("elfos negros"). Estos últimos pueden ser los mismos; o uno de ellos (o ambos) podría ser otro nombre para dvergar - enanos. Es difícil decirlo con certeza, porque hay pocas referencias a los elfos (de cualquier tipo) en la poesía y la prosa nórdicas sobrevivientes.

Los álfar viven en Álfheimr (elfo-hogar), mientras los elfos oscuros viven en las profundidades o en cuevas de las montañas o en Svartálfarheimr. 

A los elfos se les asociaba con la salud, la fertilidad y la veneración de los ancestros, de forma similar a las deidades del hogar romanas.

Los elfos parecen haber sido concebidos como seres o espíritus poderosos y hermosos sin un concepto bien definido. Varios hombres famosos fueron elevados al rango de elfos tras su muerte, como el rey Olaf Geirstad-Alf. 

El héroe herrero Völundr (o Völund) es identificado como 'señor, líder, o sabio de los elfos' (vísi álfa, de víss, "certero, sabio") en el poema Völundarkvida. Un segundo título de Völundr es más oscuro: álfa ljóði, donde la raíz apunta a la expresión poética ljóðr o lýðr, "un pueblo, gente, hombres". Este título se ha interpretado como "líder de los álfar", pero otro significado probable sea "uno del pueblo de los álfar".

En la Saga de Thidrek una reina humana se sorprende al descubrir que la embarazó un amante elfo y no un hombre. En la Hrólfs saga kraka un rey llamado Helgi viola y embaraza a una elfina vestida de seda.


Todos estos son los elfos altos y hábiles de las tradiciones más antiguas, pero ¿y los “elfos navideños”? o los pequeñajos de medio metro que encontramos en mucha literatura o incluso en series como “Desencanto”. Un viaje tan largo entre territorios y culturas nos lleva a preguntarnos
¿Cómo han evolucionado? 

Elfos del folclore moderno 

De ser criaturas de gran belleza, fuerza y tradición en los mitos nórdicos, los elfos cambiaron durante la Edad Media a criaturas traviesas, o francamente malignas, de estatura diminuta (con excepciones a esta descripción). Los mitos de los elfos nórdicos y germánicos se combinaron con las tradiciones celtas, y quizás también con la demonización cristiana de todo lo pagano. Produjeron un ser característico de gran parte de la literatura del período moderno temprano y de la era victoriana. 

Como ejemplo cabe destacar la historia de la hija de Erlking (the erl king's daughter por Johann Gottfried von Herder). Cuenta cómo Sir Oluf viaja a su boda cuando se distrae con la música de los elfos. La hija de Erlking intenta seducirlo con regalos y oro, pero él se va, al intentarlo ella le golpea. Al día siguiente, antes de su boda, Sir Oluf es encontrado muerto.

En El elfo de la rosa, un cuento de hadas de Hans Christian Anderson, el elfo del título habita entre rosales y es testigo de un asesinato. Informa a la amante del difunto mientras duerme. Ella encuentra su cabeza y la planta en una maceta con una ramita de jazmín. Aunque ella muere de dolor, su hermano, el asesino, muere por los espíritus de una flor de jazmín.

Las primeras representaciones de elfos con orejas puntiagudas datan del período victoriano.

Los préstamos no tan obvios de Tolkien. 

Donde la literatura victoriana retrató a los elfos como seres maliciosos o al menos de moral ambigua, J R R Tolkien devolvió a los elfos a sus raíces nórdicas, los hizo hermosos, nobles y en parte divinos por naturaleza.

Aunque Tolkien nunca ocultó sus fuentes, es asombroso cuántos de los nombres populares y de lugares en El señor de los anillos y Silmarillion corresponden precisamente a los antiguos nórdico-islandeses, anglosajones y otros usados para cosas asociadas con los Elfos. Esto lleva a pensar que, al crear sus Elfos, Tolkien tal vez pensaba reconstruir la imagen "original" que, si existiera tal original, se reflejaba en los Elfos de las mitologías del noroeste de Europa. 

Los elfos en la literatura fantástica


La línea entre los cuentos de hadas mencionados y la verdadera literatura fantástica se difumina, pero es cierto que los elfos fueron protagonistas y antagonistas en las historias del género desde sus inicios. La hija del rey del país de los elfos de Lord Dunsany es una historia de angustia y matrimonio intercultural; data de 1924. La espada rota (1954) de Poul Anderson es una historia de estilo nórdico sobre Skafloc, un semielfo capturado por elfos. Es a partir de Tolkien y su Señor de los Anillos donde resurgen con fuerza como raza y cultura en miles de libros del género, volviéndose un accesorio recurrente en las historias fantásticas. 

Solo nos queda preguntarnos si hay más elfos que los de origen nórdico y todo depende de pretender “confundir” el significado de la palabra con al más genérico termino “hada” o “ser feérico”. 

Otros elfos y seres parecidos a los elfos

Weisse frauen
La palabra "ælf" se utilizó en las traducciones anglosajonas de los mitos griegos y romanos para referirse a las ninfas. Los huldufólk islandeses (personas ocultas) podrían verse como elfos (o enanos). El folclore alemán tiene gente de musgo y weisse frauen ("mujeres blancas"). En el folclore irlandés, los aos sí (o daoine sídhe o sídhe) son similares a los elfos. El folclore galés tiene el Tylwyth Teg. En la tradición folclórica, los elfos, las hadas, los gnomos, los duendes, los hobgoblins, etc., son todos difíciles de distinguir entre sí por completo; todos son retratados más o menos de manera similar como seres pequeños y malvados. El elfo navideño se deriva del elfo del cuento popular moderno temprano, también tiene similitudes con el enano nórdico, un hábil artesano. 

De entre todas las posibilidades la historia de los elfos irlandeses me ha fascinado:

Los Tuatha Dé Dannan como hadas folclóricas Ocultas 

Túmulo de los Tuatha Dé Dannan en Newgrange, Irlanda.
Hasta el día de hoy, se pueden ver en Irlanda los grandes túmulos de intrincados tallados que dejaron los pueblos de "hadas" preceltas. Además de su sabiduría, el estatus divino de los Tuatha Dé Dannan se vio reforzado por su increíble belleza. Altos y delgados, los hombres y mujeres preceltas tenían “piel muy clara, rasgos delicados, ojos azules, grises o verdes y largos cabellos dorados cuya belleza impecable podía volver locos a los mortales” (Koltypin, 2013). 

Esto es similar a algunas representaciones de elfos de hoy. Según Thomas Cahill en su libro, "How the Irish Saved Civilization","La gente pequeña” es un eufemismo para disfrazar el miedo del hablante a algo desconocido y mucho más grande que él. “Es posible que el fenómeno parpadeante de la gente pequeña represente el resplandor de la culpa irlandesa por su explotación de aborígenes más hábiles”(Cahill, 1995, 80). 

Conclusión

Los elfos son un accesorio recurrente en las historias fantásticas. Representan y extreman lo mejor y lo peor de lo que es capaz el ser humano, superando los límites atribuidos al hombre medio. Su belleza y elegancia se dan tan por sentado que, en general, recrearse en describir las facciones de un elfo o elfa suele ser agasajo redundante y casi erótico del autor al personaje. Lo mismo ocurre si hablamos de su aura de misterio o pericia extraordinaria.

Desde fuentes estrictamente mitológicas no se conservan historias cuyos protagonistas sean elfos. Estos seres son lo que el imaginario local necesita que sea.

Espero que este artículo os haya servido como aproximación al fantástico lío sobre esta raza en los diferentes folclores europeos, no he querido entrar en profundidad en los de ninguna cultura para no extenderlo demasiado. Espero poder dedicar artículos propios a algunos de ellos, como los elfos Nordicos, los de Tolkien y los Tuatha Dé Dannan.

sábado, 2 de mayo de 2020

Blasones y Heraldica, la marca de identidad de la nobleza

Armas del I conde de Gálvez

La heráldica es el sello de identidad de las familias europeas en la época medieval. Tal y como la conocemos, como método para diferenciar caballeros, con toda su complejidad y simbología, nació en el siglo X y se institucionalizó en el XIII.
Debo matizar que existen emblemas para dioses, naciones o ciudades desde la antigüedad y en todas las culturas. Ya en los albores de la civilización el escudo solía reproducir hazañas y éxitos de los guerreros o los colores, enseñas, signos o estandartes con que se pintaban, vestían o presidían para distinguirse en la batalla del enemigo y no ser confundidos con él. Estos carecían del nivel de complejidad de las armas del medievo, donde podían llegar a definir no solo el reino y la familia, sino el orden del hijo con el que estabas hablando o si su oficio era el de la guerra o el sacerdocio.

Los escudos de armas nacieron en las justas alemanas y francesas desde el siglo X y se extendieron por Europa con las cruzadas. Hasta mediados del siglo XIII no se volvieron fijas y hereditarias. Desde el siglo XIV los emblemas eran ya un documento oficial de identidad, no solo de nobles, también de lugares y organizaciones: Gremios, ayuntamientos, órdenes de caballería, todos deseaban su propio emblema.
A partir del siglo XV, con la imprenta, las familias nobles quisieron engrandecer sus escudos con decorado exterior (Soportes, coronas, yelmos y cimeras). Esto aporta alguna información adicional que en siglos anteriores simplemente se daba por hecho; por ejemplo, la corona identifica qué tipo de título ostenta el noble (rey, príncipe, duque, marqués).

Se crearon oficios especializados en saber la ciencia de los emblemas, los heraldos. Y más allá, en las cortes reales nacieron cargos de honor para impartir cátedra en esta materia: los reyes de armas.
Los reyes de armas eran encargados del registro de los blasones, formar los nuevos emblemas que se fuesen concediendo y la observar las leyes heráldicas, categorizar y sistematizar el uso de estos sellos de identidad. Los mismos reyes daban este título de dignidad y honor a los caballeros más esforzados. Los reyes de armas advertían las hazañas de los demás militares para su remuneración y premio, decidían en causas dudosas de hechos de armas, denunciaban las guerras, asentaban paces, asistían a los consejos de guerra e interpretaban los apuntes en letra peregrina de los reyes.
El cargo de rey de armas tuvo muchas prerrogativas y gran importancia en los últimos siglos de la Edad Media, en especial en organizar torneos y formar sus leyes. A ellos se deben los primeros libros de Heráldica,

Algunos detalles técnicos

Como su nombre indica, el lugar lógico de los escudos heráldicos es en el escudo, no obstante también se representaban en murales, tabardos, estandartes y joyería para tiempos de paz.
En la heráldica la parte crucial es el emblema del escudo de armas en sí. A lo largo de los años fueron evolucionando desde el escudo cuadrado a los de parte inferior ovalada. Las damas y damiselas solían usar escudos completamente ovalados o rombos.
Los lugares óptimos para representar símbolos se dividen en las nueve partes que saldrían dividiendo en tercios el alto y ancho de escudo. La parte central era la que se consideraba el punto de honor. Los colores más frecuentes eran cinco colores Azur (azul) gules (rojo brillante) Sinope (verde), Púrpura, Sable (negro), y dos metales, oro y plata. La plata a menudo se representaba como blanco.

Lambrel, ejemplo de brisura
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De entre la amplia terminología heráldica cabe destacar “las brisuras” modificaciones del escudo de armas para mostrar que quien la lleva no es el titular del emblema ni su primogénito o directamente señalar otra rama familiar.
En la realeza una brisura común es el lambrel, este designaba el orden del príncipe en la sucesión. Las brisuras pueden ser adornos o bordes marcados en el emblema, lineas sobrepuestas o combinación de todo, pudiendo alcanzar un gran recargo.

Un poco más

Los escudos de armas han sido la excusa para muchas cosas. Las familias nobles los han usado para entrelazar sus orígenes con la antigüedad y la mitología, así algunas casas reflejan un parentesco con Hércules, Aquiles o incluso trazando sus orígenes hasta Adan y Eva.
Se han usado para celebrar grandes acontecimientos y victorias, como el símbolo inferior del escudo de España que refleja la conquista de Granada.

Han mostrado uniones, buen ejemplo es también el escudo Español (tanto actual como antiguos) dividiendo en cuarteles los escudos de cada antigua nación peninsular (Castilla, León, Aragón y Navarra).También se mostraban los juegos de alianzas con el “acolado” de escudos; en especial los escudos de las damas muestran el emblema del esposo y de su familia de origen.

La heráldica podía emplearse como arma política para reclamar los derechos de sucesión o herencia. Acuartelando o acolando el escudo como muestra de pretensión. Eso mismo hizo Eduardo III de Inglaterra cuando en la sucesión del trono francés la corona pasó a Felipe de Valois, lo que terminaría desencadenando la guerra de los Cien Años. Y aún mucho después de la guerra Inglaterra mostraría sus pretensiones al trono francés en el escudo nacional hasta principios del siglo XIX.

Escudo de la reina Maria I de Inglaterra (conocida como Bloody Mary) es un gran ejemplo de acolado entre su familia, los Austria de España, con el inmenso juego de alianzas del Sacro Imperio Romano, y su matrimonio con los Tudor de Inglaterra. Se ve también cómo el escudo inglés tiene las flores de Lis en fondo Azur del estandarte Francés, acuartelado con los leones ingleses.
Estas formas y códigos de armas son estrictamente europeos. En el oriente islámico, para prevenir la idolatría, su religión prohíbe representar figuras humanas y animales de forma institucional (motivo por el cual tantos monumentos andalusíes en España representan formas geométricas y de plantas). De hecho, era una chanza frecuente para los islámicos referirse a los cristianos como “los politeístas” o tacharlos idólatras por su obsesión con santos y animales en los estandartes.
Lo entre los elementos que sí elegían representar los musulmanes están versículos del Corán o los astros como la archiconocida media luna creciente del Islám
De más lejos aún, en China y Japón, espero profundizar en otro artículo las peculiaridades de su heráldica.


No quiero extenderme más, pues la heráldica es un tema tan extenso que bien está catalogada como ciencia en sí misma, esto solo ha sido un aperitivo para despertar la curiosidad. Si queréis profundizar más os dejo algunos enlaces que usé de bibliografía, el de la wikipedia es bastante exhaustivo en explicaciones técnicas de escudos de armas:

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